La queilitis angular es una afección común que afecta a muchas personas, pero que a menudo pasa desapercibida o se confunde con otras irritaciones en la boca. Se manifiesta como inflamación y fisuras en las comisuras de los labios, causando molestias que pueden ir desde una leve incomodidad hasta dolor intenso. Entender qué es, sus causas y cómo tratarla es fundamental para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Qué es la queilitis angular
La queilitis angular, también conocida como boqueras, es una inflamación localizada en las esquinas de la boca. Se caracteriza por la aparición de grietas, enrojecimiento y, en algunos casos, costras o descamación. Esta condición puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente en adultos mayores y personas con ciertas condiciones médicas.
Esta inflamación puede ser causada por diversos factores, pero en esencia, es una reacción inflamatoria que provoca irritación y dolor al abrir la boca o al comer. Si no se trata a tiempo, puede derivar en infecciones más serias o en la persistencia crónica del problema.
Entre las causas más comunes de la queilitis angular se encuentran las deficiencias nutricionales, especialmente la falta de vitaminas del complejo B, hierro y zinc. Estas deficiencias pueden comprometer la salud de la piel y las mucosas, facilitando la aparición de esta afección.
Causas frecuentes: infecciones, prótesis o deficiencias nutricionales
Las causas de la queilitis angular son variadas y, en muchos casos, están relacionadas entre sí. Una de las más comunes es la infección por hongos, especialmente por Candida albicans, que se aprovecha de la humedad y el ambiente cálido en las comisuras labiales para proliferar.
Otra causa frecuente es el uso de prótesis dentales mal ajustadas. Estas prótesis pueden generar pliegues en la piel de las comisuras, donde se acumula saliva, creando un ambiente propicio para la irritación y la infección. Además, el roce constante puede dañar la piel y facilitar la aparición de la queilitis.
Las deficiencias nutricionales también juegan un papel importante. La falta de vitaminas del complejo B, hierro o zinc puede debilitar la piel y las mucosas, haciéndolas más susceptibles a lesiones e infecciones. Por ello, es fundamental mantener una dieta equilibrada y, en caso de sospecha, consultar a un especialista para realizar análisis y recibir el tratamiento adecuado.
Síntomas y signos característicos
El síntoma más evidente de la queilitis angular es la inflamación y el enrojecimiento en las comisuras de los labios. Estas zonas pueden presentar grietas o fisuras dolorosas que dificultan acciones tan cotidianas como abrir la boca, hablar o comer.
En algunos casos, se observa la formación de costras o una ligera descamación de la piel. La sensación de ardor o picor también es común, y puede aumentar con la exposición a ciertos alimentos ácidos o salados. Cuando la infección está presente, es posible que se note un ligero mal olor o secreción.
Es importante no confundir la queilitis angular con herpes labial o dermatitis, ya que el tratamiento puede variar considerablemente.
Diagnóstico y tratamiento odontológico
El diagnóstico de la queilitis angular se realiza principalmente a través de la observación clínica. El odontólogo examina las lesiones y evalúa factores como el estado de las prótesis dentales, la higiene oral y posibles deficiencias nutricionales. En algunos casos, puede ser necesario tomar una muestra para identificar la presencia de hongos o bacterias.
El tratamiento depende de la causa subyacente. Si la queilitis es causada por una infección fúngica, se prescriben antimicóticos tópicos que ayudan a eliminar el hongo. Cuando hay una infección bacteriana, se pueden utilizar antibióticos.
En casos relacionados con prótesis dentales, es fundamental ajustar o reemplazar las prótesis para evitar la acumulación de saliva y la irritación constante. Además, se recomienda mantener una higiene oral rigurosa y aplicar cremas o ungüentos protectores para favorecer la cicatrización.
Prevención y cuidados para evitar recaídas
Prevenir la queilitis angular es posible con algunos cuidados sencillos pero efectivos. Mantener una buena higiene oral y cuidar el estado de las prótesis dentales es esencial. Las prótesis deben ajustarse correctamente para evitar la formación de pliegues donde se acumule saliva.
Además, es importante mantener la piel de las comisuras labiales hidratada y protegida, especialmente en climas fríos o muy secos. Evitar lamerse los labios constantemente también ayuda a prevenir la irritación.
Una alimentación equilibrada que incluya las vitaminas y minerales necesarios es clave para fortalecer la piel y las mucosas. En caso de presentar síntomas persistentes, acudir al odontólogo o dermatólogo es fundamental para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados, evitando así recaídas.
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